La fórmula "mini" ha estado
proporcionando jugosos réditos a Samsung. Después de todo, no son pocos
los usuarios dispuestos a adquirir un móvil capaz, pero que al mismo
tiempo no quieren saber nada de romperse los bolsillos (literal y
figuradamente) adquiriendo el modelo más grande y caro del momento.
Terminales como el Galaxy S III Mini demostraron que hay clientela de
sobras para este tipo de teléfonos a los que ahora se suma el
nuevo Galaxy S 4 Mini.
Como sucedió con los modelos precedentes, a pesar de las apariencias el Galaxy S 4 Mini no es una versión encogida del Galaxy S 4 de
tamaño completo. El nombre, lógicamente, le viene de su pantalla qHD
AMOLED de 4,3 pulgadas (como si 4,3 pulgadas fueran poca cosa...),
aunque también podría estar justificado por las prestaciones de su
hardware, que integra un procesador dual-core a 1,7 GHz, 1,5 GB de RAM, 8
GB internos ampliables mediante tarjetas microSD y dos cámaras
integradas, con 8 y 1,9 megapíxeles. Está lejos de ser un modelo de gama
baja, pero también de equipararse con el móvil en el que se inspira.
En caso de que te lo estés preguntando,
el Galaxy S 4 Mini se siente en las manos casi igual que su hermano
mayor. Su carcasa recurre una vez más a ese plástico ligero que tanto le
gusta a Samsung, posiblemente tanto por una cuestión de ahorro de
costes como de reducción de peso (el teléfono se queda a las puertas de
los 110 gramos), aunque es necesario decir que la sensación de calidad
percibida es relativamente elevada, sin que se aprecie una flexión
excesiva de las piezas ni parezca que puedan soltarse con el paso del
tiempo. Un poco menos positivas son las vibraciones transmitidas por los
detalles en falsi-metal, que deslucen el conjunto con una cierta
sensación de "quiero y no puedo".
Si lo que te preocupa es la pantalla, tenemos buenas noticias. Aunque es cierto que sus 960 x 540 píxeles quedan muy lejos de la resolución del Galaxy S 4 "de verdad", comprimidos en las 4,3 pulgadas del Mini no dan un mal resultado. La pixelación no resulta excesiva ni en gráficos ni en texto, y la tecnología OLED se encarga de proporcionar imágenes con un elevado nivel de contraste (aunque tal vez la imagen tienda hacia tonos verdosos o azulados).
Si lo que te preocupa es la pantalla, tenemos buenas noticias. Aunque es cierto que sus 960 x 540 píxeles quedan muy lejos de la resolución del Galaxy S 4 "de verdad", comprimidos en las 4,3 pulgadas del Mini no dan un mal resultado. La pixelación no resulta excesiva ni en gráficos ni en texto, y la tecnología OLED se encarga de proporcionar imágenes con un elevado nivel de contraste (aunque tal vez la imagen tienda hacia tonos verdosos o azulados).
El rendimiento del Galaxy S 4 Mini es
correcto si hablamos exclusivamente de Android 4.2.2 y desconocido si
buscas conocer sus prestaciones en mayor profundidad, dado que durante
nuestra breve toma de contacto con él en Londres no pudimos pasarle los
benchmarks de costumbre y la señal WiFi del evento era peor que mala. Si
acaso podemos indicar que los fans de las aplicaciones de Samsung no
encontrarán en el Mini algunas de las apps más sofisticadas que ya
pudimos probar en el GS4, más particularmente Air View y Air Gestures.
La mayor parte de las S Apps estarán disponibles de serie, así que
dentro de lo que cabe la experiencia de uso será relativamente
fidedigna.
Samsung tiene pensado anunciar la disponibilidad del Galaxy S 4 Mini mercado a mercado. Por ahora desconocemos su precio, pero sabemos que al menos en el Reino Unido estará disponible a partir del mes de julio.
Samsung tiene pensado anunciar la disponibilidad del Galaxy S 4 Mini mercado a mercado. Por ahora desconocemos su precio, pero sabemos que al menos en el Reino Unido estará disponible a partir del mes de julio.