“¿Me das tu Messenger?”, era lo
equivalente al Twitter,Facebook oTuenti de ahora mismo. Fue uno de los
primeros servicios con aire de red social. Este 8 de abril echa el
cierre. O mejor dicho, se muda. Messenger pasará a formar parte
de Skype, un servicio inicialmente de llamadas por Internet de bajo
coste que Microsoft compró hace dos años.
Aunque popular y familiar, Messenger,
nacido en 1999, hace tiempo que no contaba con grandes novedades. Surgió
como respuesta del gigante de Redmond a ICQ, todavía añorado por
usuarios avanzados, y Yahoo! Messenger. Hoy este papel lo
replican Gtalk, de Google, integrado dentro de Gmail, y el chat de
Facebook en el escritorio.Si se trata de las plataformas
móviles, WhatsApp y Line son los reyes.
En su mejor momento, el Messenger superó
en España los 10 millones de usuarios activos. Ahora se conforman con
estar por encima de seis millones. En Skype cuentan con 5,5 millones. En
todo el mundo, son 317 millones los activos en este servicio frente a
330 que declaraba Messenger hace un año.
Carlos de Torres, director de los
servicios online de Microsoft Ibérica, evita la nostalgia: “Estamos muy
agradecidos a los anunciantes y usuarios que siempre nos exigieron estar
a la última, pero sabemos que van a salir ganando en funcionalidad,
capacidad y posibilidades de crecimiento del servicio”.
Skype, aunque comenzó como un servicio
de llamadas a través de la conexión de datos, ha ido incorporando
opciones muy similares a Messenger, como el chat de texto en tiempo
real, el envío de archivos adjuntos o los debates en grupo. A esto hay
que sumar la opción de llamadas de voz en grupo o usarlo en móviles y
tabletas de cualquier sistema operativo, ya sean Windows, Android o iOS.
Hace menos de un mes, Microsoft hizo un
cambio parecido en su servicio de correo. Hotmail pasó a ser
Outlook.com. “Se trata de un paso natural, como de Windows 7 a 8.
Intentamos que todos nuestros servicios ofrezcan mejoras de manera
natural y fluida. Una de nuestras preocupaciones es ofrecer una interfaz
más limpia, sin distracciones”, insiste el directivo.
Durante años un posible cierre de
Messenger fue un hoax, como se denomina a las leyendas urbanas que
fluyen por la Red. En la última semana con este cambio, ahora sí
confirmado, se han difundido web contagiosas que se hacen pasar por
instaladores, programas que teóricamente ayudarían en la
migración. Kaspersky, empresa especializada en antivirus y seguridad,
recomienda a los usuarios hacerlo ellos mismos tan pronto como sea
posible, directamente desde su Messenger.
¿Qué sucede en el caso de los usuarios
que tengan ya una cuenta con Skype? ¿Tendrán que tener dos cuentas?
Estas son algunas de las dudas más comunes ante el cambio. De Torres
aclara que no tendría mucho sentido, pero que si se desea, pueden
mantenerse dos cuentas, cada una con un nombre o hacer algo más
sencillo. “Cuando se entre a Messenger se ofrecerá el paso a Skype, al
aceptarlo se pregunta si ya se tiene una cuenta de Skype. En caso
afirmativo se integra y se migran los contactos de manera automática”,
expone.
Otro rumor difundido sin fin a través de
cadenas de correo insistía en que Messenger iba a ser de pago. Skype lo
es, en parte. Si se llama a otro móvil con Skype, ordenador o tableta,
el coste de una llamada de voz es cero. Si se hace a un número de
teléfono se puede optar por tarifas por minutos según el destino o bonos
mensuales. Torres considera que va a seguir siendo así: “No podemos
evitar que sea de pago. Las operadoras nos cobran por hacer uso de
números de teléfono. Seguimos negociando para rebajar al máximo este
coste, incluso eliminarlo, pero por ahora no es posible”.
Una de las ventajas de Skype es que las
telecomunicaciones son encriptadas. En caso de que se intercepte el
contenido no se pueden consultar salvo si lo hace el remitente de los
mensajes, ya sea voz o datos, con su clave. “Los usuarios salen ganando
en calidad”, subraya el directivo.
Sin embargo, a finales de enero un grupo
de activistas y periodistas, sobre todo de China, publicaron una carta
en la que se acusa a Skype de desvelar el contenido de sus
mensajes. “Además de no tener pruebas, no tiene fundamento. Tenemos un
compromiso con la industria y con los legisladores que no nos saltamos.
Ser una empresa grande nos obliga a cumplir con responsabilidad. Por
nuestra relevancia, nos sentimos muy vigilados, así que no, no tiene
sentido la acusación”, se defiende, al tiempo que aprovecha para atacar,
sin decir el nombre a Gmail, el correo de Google: “A diferencia de
nuestros competidores, nosotros no leemos el correo para servir
publicidad a medida. Somos muy celosos de la privacidad de nuestros
usuarios”. De hecho, Microsoft ha lanzado una campaña global con este
mismo argumento para que los consumidores se pasen a Outlook.com.
Esta opacidad de la comunicaciones
también tiene su lado negativo. Algunos Gobiernos, principalmente de
carácter autoritario, quieren que esas comunicaciones de Skype pasen a
través de sus servidores, para poder ser controladas.
Fuente: elpais.com
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